Lo sabemos, las úlceras en la boca son muy incómodas; duran más del tiempo que quisiéramos y probablemente a lo largo de tu vida has sufrido con más de una. Hoy, queremos explicarte un poco más sobre las aftas bucales y cómo afectan tu salud bucal. Así, la próxima vez sabrás qué esperar, qué hacer y qué no hacer.
Las lesiones en la boca son tan comunes que, a menos que duelan, no solemos prestarles mucha atención, pero ¿Cómo saber cuándo es cuestión de tiempo para que sane y cuándo acudir con un especialista?
La mayoría de las aftas bucales solo implican una leve (y a veces no tan leve) incomodidad a la hora de comer, hablar, tomar algún líquido o incluso besar; por lo tanto, aunque no representan un riesgo grave para tu salud oral, de cualquier modo, son una molestia indeseada.
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Las aftas bucales o úlceras son llagas abiertas en la mucosa de la cavidad oral, esto incluye el interior de las mejillas, el paladar blando, las encías, los labios y la lengua. Suelen ser muy incómodas y dolorosas, por lo que difícilmente pasan desapercibidas.
Por sus dimensiones o cantidad podemos dividirlas en tres categorías:
También llamadas aftas de Mikulicz o úlceras aftosas leves. Miden de 5 a 10 mm de diámetro, son poco profundas, redondas, delimitadas y no dolorosas. Tardan en curarse de 10 a 14 días.
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También denominada como afta crónico habitual o simple recidivante. Aparecen tras la pubertad. Las de mayor tamaño superan 1 cm de diámetro, producen dolor intenso; suelen aparecer en la mucosa labial o el paladar blando y su cicatrización puede durar de semanas a meses.
Aparecen en grupos o racimos de 5 a 100 úlceras (de 1-3 mm de diámetro). Son redondas y dolorosas, se localizan en cualquier parte de la cavidad oral. Mayormente aparecen en la tercera edad y son más común en mujeres; tardan más en sanar y suelen dejar cicatriz.
No toda lesión en la boca es un afta, es importante que sepas diferenciarlas porque, mientras que las úlceras bucales no representan un riesgo para tu salud, existen otro tipo de llagas que requieren de la atención de un profesional.
Comencemos por ayudarte a identificar cómo son las aftas o úlceras bucales. De esta manera no las confundirás con otro tipo de lesiones parecidas, que no tienen la misma evolución ni las mismas consecuencias. Presta atención e identifica sus principales características.
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Cuando nos mordemos la lengua o el interior de las mejillas o los labios, sabemos que aparecerá una lesión y no solemos preocuparnos, puesto que sabemos su origen, pero ¿qué pasa cuando surgen aparentemente de la nada?
Como te comentamos en el segmento anterior, lo primero que debes hacer es asegurarte de que se trata de una úlcera bucal inofensiva y no de una lesión que requiere de atención especializada.
Normalmente las úlceras bucales tienen forma ovalada, son blanquecinas y no presentan señales de infección o pus. Suelen ser pequeñas, con un diámetro aproximado de 5 milímetros y son muy sensibles al tacto; por esta razón experimentas dolor cuando llegas a tocarla con los dientes, comida o algún otro objeto o líquido.
Este dato puede no ser de tu agrado, pero no existe un tratamiento hasta el momento que elimine las aftas de un día para otro. La recuperación exigirá paciencia, ya que las úlceras bucales suelen tomar de 7 a 10 días o más en desaparecer.
Existen varios medicamentos que ayudan a sobrellevar los dolorosos síntomas y que pueden reducir la incomodidad a la hora de comer, hablar o ingerir líquidos, algunos contienen ciertos ingredientes anestésicos, mientras que otros sí incluyen corticoides y antiinflamatorios en su fórmula.
Es importante que evites tratamientos caseros que podrían irritar o agravar la situación, te aconsejamos, eso sí, que mantengas el área afectada lo más limpia posible y libre de cualquier sustancia abrasiva. Evita ciertos alimentos que puedan irritar o causar dolor y trata de no tocarlas, manipularlas o estirarlas.
Nuestra recomendación es que te mantengas alerta, revisa por lo menos dos veces al día la apariencia de la úlcera bucal y consulta con un especialista en caso de que no notes mejoría en varios días o si llegases a sentir más dolor del que consideres soportable.
No está comprobado, pero muchos especialistas coinciden en que el estrés, la falta de sueño, una mala alimentación y el reflujo gastroesofágico pueden ser algunos factores que causan o propician su aparición.
Existen diferentes tipos de lesiones bucales. Aunque no implican riesgos para la salud, las aftas pueden ser muy incómodas.
Suelen tardar de 7 a 10 días en evolucionar y sanar. En caso de que pase más de una semana sin mejora aparente, consulta a un especialista.
Algunas lesiones bucales pueden confundirse con úlceras bucales, no te confíes y si experimentas mucho dolor, no observas alguna mejoría, o simplemente quieres estar más tranquilo, no dudes en contactarnos y con gusto te daremos un diagnóstico y un tratamiento adecuado.
Tu salud bucal es muy importante, de ella depende tu calidad de vida, al ser la vía directa para tu alimentación y, sobre todo, una razón para sonreír y vivir pleno día a día.
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